La estructura de la economía no es
estática. Esta constantemente evolucionando y expandiéndose,
incorporando nuevos territorios, sujetos y modos de producción y
consumo. No nos podemos apoyar en concepciones previas para que nos
guíen, aunque nos pueden ayudar a entender las formas en que ha
cambiado con el paso de los años.
La resistencia es una de las más
poderosas fuerzas que dirigen el desarrollo de la economía. A medida
que la gente encuentra nuevas formas de luchar o escapar de los roles
que les imponen, la economía cambia para suprimir, incorporar, o dejar atrás su resistencia. Una generación declara que la
industrialización esta contaminando la tierra; la siguiente
generación ve como “sostenibilidad” se convierte en punto de
venta para nuevas mercancías. Una generación rechaza la red de
televisión como un espectáculo inmovilizador controlado por una
elite; la siguiente se vuelve dependiente de formatos participativos
como Blogger, YouTube o Facebook
Esto significa que no podemos solo
hacer reformas de incremento a lo largo del tiempo. Si los sueldos de
los empleados suben, los caseros simplemente suben el alquiler, si se
implementan leyes para proteger el medio ambiente, las corporaciones
llevan sus fabricas a cualquier otro lugar.
Esto también hace difícil construir
un movimiento de resistencia a lo largo de los años. A menudo, tan
pronto como un movimiento consigue acercarse a sus objetivos, el
contexto cambia y sus fuentes de fuerza empiezan a secarse. Por otro
lado, esta volativilidad significa que algunas veces las cosas
cambian rápida e inesperadamente – y la historia esta moviéndose
más rápidamente que nunca en estos días.
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