Tomados
como un todo, los medios funcionan como un clima mental producido
colectivamente. Los medios transforman la experiencia, la memoria, y la
comunicación en algo sintético y externo, aunque el progreso tecnológico es
rápidamente integrado este terreno externo dentro nuestro sentido de identidad.
Libros, grabaciones, películas, radio, televisión, Internet, teléfonos móviles:
cada una de estas innovaciones sucesivas han penetrado más hondo en nuestra
vida diaria, mediando una cada vez más grande porción de nuestra experiencia.
Los medios
de masas crecieron al lado de la producción masiva, estandarizando el flujo de
información y produciendo puntos de referencia comunes para millones de
consumidores. La publicidad es solo un ejemplo de cómo esto fue esencial para
el establecimiento del mercado de masas, dando forma a los hábitos de compra de
aquellos en el punto final de negocio de la línea de montaje. Las corporaciones
todavía tratan el cuerpo social como una placa de petri en la que los gustos
son cultivados como bacterias, usándolo todo, desde la psicología hasta las
estéticas de vanguardia. Los efectos son proyectados en cada uno de los otros
aspectos de la vida; por ejemplo, los políticos cada vez más se venden a si
mismos como productos, tratando a los votantes como consumidores que quieren
saber que hay en esto para ellos.
Hasta el
final del siglo XX, los medios de masas eran esencialmente unidireccionales,
con la información fluyendo solo en un sentido y la atención fluyendo en el
otro. Los críticos generalmente se enfocan en este aspecto de su estructura,
poniendo de manifiesto que esto da a un pequeño conciliábulo una influencia tremenda sobre la sociedad
mientras nos inmoviliza a todos los demás como espectadores. En contraste, los
medios alternativos exploraron formas más participatorias y descentralizadas.
Participación
y descentralización se convirtieron en populares de repente con la llegada del
ampliamente accesible medio digital. De muchas maneras, Internet ofrecía un terreno
liberador y empoderador para nuevos modos de comunicación. El modelo básico fue
desarrollado por investigadores académicos que obtenían sus fondos de los
militares en vez que del sector privado, así fue diseñado para ser útil en vez
de rentable. Hasta nuestros días, gran parte de Internet continúa siendo una
especie de última frontera en la que es difícil hacer cumplir las leyes de
propiedad tradicionales. La posibilidad de compartir contenidos libre y
directamente entre los usuarios a tenido un impacto tremendo en varias
industrias, mientras formatos colaborativos como la Wikipedia y el software
libre muestran cuan fácilmente puede la gente cubrir sus necesidades sin
propiedad privada. Las corporaciones continúan luchando para imaginar como
hacer dinero en Internet más allá de las tiendas online y la publicidad.
Mientras
nuestras vidas están cada día más digitalizadas, es importante no dar por
seguro que esto será siempre para mejor. El capitalismo lucha para absorber
aspectos del mundo que una vez fueron libres y entonces ofrecer acceso a ellos
por un precio, y este precio no siempre se expresa en euros.
Debemos
estar especialmente atentas a las maneras en que los nuevos medios nos resultan
convenientes: La conveniencia puede
ser un signo de que las infinitas posibilidades de la vida humana se están
estrechando forzosamente. De hecho, estas innovaciones son escasamente
opcionales: hoy en día es difícil mantener amistades o encontrar trabajo si no
se dispone de teléfono móvil. Más y más de nuestros procesos mentales y vidas
sociales deben pasar a través de la mediación de las tecnologías que crean un
mapa de nuestras actividades y relaciones para las corporaciones y las agencias
de inteligencia gubernamentales. Estos formatos también dan forma al contenido
de estas actividades y relaciones.
Las redes
ofrecidas por Facebook no son nuevas; lo que es nuevo es que parecen ser
externas a nosotras. Siempre hemos tenido redes sociales, pero nadie las podía
usar para vender publicidad. Ahora reaparecen como algo que tenemos que
consultar. La gente mantenía correspondencia con los viejos amigos, se
enseñaban nuevas habilidades, y se enteraban de actos públicos, mucho antes del
e-mail, Google y Twitter. Por supuesto, estas tecnologías son extremadamente útiles
en un mundo en que pocas de nosotras conocemos a nuestras vecinas o pasamos más
de unos pocos años en cualquier sitio. Las formas asumidas por la tecnología y
nuestra vida diaria se influencian unas a otras, haciendo cada vez más
impensable desacoplarlas.
Otro efecto
de la tecnología digital es una clase de inflación informativa. Hay más y más
datos en el mundo, llegando a nosotras cada vez más deprisa. Esto causa una
depreciación real: por ejemplo, el intercambio de archivos y el libre acceso
han reducido los precios online de la musica y las películas. También han
reducido nuestros periodos de atención. Sobre todo, sin embargo, esto significa
que investimos esta información con cada vez menos significado. Estamos más equipadas que nunca para lidiar con el como de la vida, pero desamparadas en
cuanto se trata del por que.
A medida
que nuestra necesidad y acceso a la información aumenta más allá del rango que
podemos internalizar, la información parece estar separándose de nosotras. Esto
es sospechosamente similar a la separación que se requiere para transformarnos
de trabajadoras en consumidoras. La información en Internet no es completamente
libre –los ordenadores y el acceso cuestan dinero, sin mencionar los costes energéticos
y medioambientales de producirlos y hacer funcionar servidores por todo el
mundo. ¿Y que pasara cuando las corporaciones consigan hacernos pagar más por
el acceso a estas tecnologías una vez que nos hallamos vuelto completamente
dependientes de ellas? Si lo consiguen, no solo el poder y el conocimiento sino
también la habilidad para mantener lazos sociales estarán directamente
relacionadas con la riqueza
Pero puede
ser una equivocación pensar que los conglomerados de dinero viejo no serán
capaces de consolidar poder dentro de este nuevo terreno. Las maneras en que el
capitalismo colonice nuestras vidas vía tecnologías digitales puede que no se
parezcan a las viejas formas de colonización.
Como el
esquema piramidal, el capitalismo se tiene que extender constantemente,
absorbiendo nuevos recursos y sujetos. Ya se extiende por todo el planeta; la
guerra final de colonización se esta luchando al pie del Himalaya, el verdadero
fin del mundo. En teoría, debería colapsar ahora que se le han terminado los
horizontes. ¿pero que pasara si puede seguir extendiéndose dentro de nosotras, y estas nuevas tecnologías fueran como la Niña , la Pinta , y la Santa Maria , llegando al
continente de nuestros propios procesos mentales y lazos sociales?
Según esto,
Internet puede funcionar como otra capa sucesiva de alineación construida en la
economía material. Si el asunto crucial de lo que esta disponible en Internet
esta libre de cargo, no es solo porque el proceso de colonización no esta
todavía concluido, sino también porque la moneda determinante en los medios no
es el euro sino la atención. La
atención funciona en la economía de la información de la misma manera que el
control de los recursos funciona en la economía industrial. Incluso si la
atención no se transforma instantáneamente en ingresos online, puede ayudar a
asegurarlos fuera de la red. Como las monedas, atención y capital se comportan
de manera diferenciada, pero ambas sirven para crear desigualdades de poder.
¿Qué es
realmente el capital? Una vez que nos libramos de las supersticiones que le
hacen parecer una fuerza de la naturaleza, es esencialmente una construcción
social que permite a ciertas personas amasar poder. Sin la noción de propiedad
privada, que es solamente “real” hasta el punto en que cada uno este de acuerdo
con ella, los recursos materiales no podrían funcionar como capital. De acuerdo
con esto, los derechos de propiedad sirven al mismo propósito que la noción de
derecho divino de la realeza solía funcionar: ambos son formas de fundación de
sistemas de asignación de soberanías. Algunas personas creen apasionadamente en
los derechos de propiedad incluso cuando esos derechos son usados para
despojarles de cualquier influencia en la sociedad. Se podría decir que esas
personas están bajo el hechizo de la propiedad.
Similarmente,
cuando un agente publicitario trata de que un meme (producto cultural) se
convierta en “viral”, se puede decir que esta tratando de conjurar un hechizo. Si la atención es la moneda de los medios,
ganarla es la manera de conseguir que la gente entre literal y figuradamente en
la estructura de poder. El factor determinante no es si la gente esta de
acuerdo o lo aprueba lo que ven, sino hasta que punto eso da forma a su
comportamiento.
Los medios
digitales parecen tener una atención descentralizada, pero están así mismo
estandarizando las maneras a través de las cuales circula. Cuidado con las
entidades que amasan atención incluso si nunca la convierten en ganancias
financieras. El verdadero poder del Google y Facebook no esta en sus holdings
financieros sino en las maneras en que estructuran el flujo de información.
No es una
critica a la tecnología per se. La cuestión es que no es neutral: las formas de
la tecnología son decididas por las estructuras de la sociedad en las que se
desarrollan y amplían. Mucha de la tecnología que nos resulta familiar fue
formada por los imperativos del beneficio, pero una sociedad basada en otros
valores habría producido seguramente otras tecnologías. A medida que la
tecnología digital esta cada vez más enredada en la estructura de esta
sociedad, la cuestión más importante no es si es licito usarla, sino como minar
las estructuras que las produjeron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario